Visitar la Casa Vicens, patrimonio de la humanidad por la Unesco y primera casa de Gaudí es una de las visitas imprescindible de Barcelona.
En ella se unen técnicas catalanas, islámicas, japonesas e inglesas. Su singularidad la hace merecedora del título de patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Historia de la Casa Vicens
A principios del siglo XIX el burgués, corredor de bolsa, Manel Vicens i Montaner encargó al recién licenciado Antonio Gaudí su casa de veraneo, fue su primer encargo de importancia y en él desplegó todo su talento.
En años posteriores fueron propietarios la familia Jover, en 1925 se proyectó una reforma, con el visto bueno de Gaudí, y la casa pasó a ser una residencia plurifamiliar que contenía tres viviendas, una por planta.
En 2014 fue adquirida por Morabanc, recuperándose el proyecto original y convirtiéndose en la casa museo que es hoy en día.
Cómo visitar la Casa Vicens
Hay distintas formas de visitar la Casa Vicens, puedes conocerla a tu ritmo, pudiendo pasear por todo el recinto monumental, incluyendo el jardín o si lo prefieres siguiendo los itinerarios recomendados, también podrás contar con explicaciones complementarias del personal de sala.
Horario: Abre todos los días, y se realizan muchas actividades y talleres tienes más información en su página web
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Cápsula Responsable
El edificio se ha adecuado con una serie de recursos para facilitar y mejorar la experiencia del visitante con un recorrido adaptado para personas con dificultad de movilidad.
Visita a la Casa Vicens, la primera casa de Gaudí
Cuando te vas acercando a la Casa Vicens, lo primero que sorprende es el colorido de su fachada, azulejos rojos, verdes y amarillos hacen un dibujo espectacular y muy curioso. Mi consejo es que antes de entrar en la casa te fijes en los detalles de sus fachadas.
Estilísticamente corresponde con una etapa de influencia orientalista, donde las formas estructurales y ornamentales corresponden al gusto por el arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino, como se aprecia en otras obras suyas como los Pabellones Güell, las Bodegas Güell o El Capricho de Comillas.
Las fachadas de la Casa Vicens
Gaudí creó en las fachadas un juego de entrantes y salientes, que conforman un juego de luces y sombras de inspiración oriental. Usó principalmente color en la cerámica decorada y ladrillo visto que me recordaba un poco el estilo mudéjar. Comienza a utilizar también la forja en artísticas rejas y madera.
El jardín
Una vez que entres te aconsejo que visites el jardín.
Gaudí proyectó una cascada con fuente circular y mirador que no se ha podido recuperar, pero se ha recreado el ambiente original del entorno de la casa.
En el jardín si diriges tu mirada hacia la casa verás la llamada “Tribuna”, este espacio conecta el exterior con el interior de la casa. Está decorado con un trampantojo que reproducen hojas de palmito.
La reja de palmito
Es una reja de hierro fundido que se construyó para puerta principal, pero llegó a rodear toda la casa. Una vez restaurada se ha reubicado enfrente de la puerta principal.
Una vez que visité el jardín, entré en la casa, y me pareció estar dentro de una preciosa casa de muñecas.
Está estructurada en cuatro niveles o plantas, que corresponden a un subterráneo que era utilizada como bodega, dos plantas destinadas a vivienda (la primera con cocina, comedor y diversas salas, y la segunda para los dormitorios) y unas buhardillas para uso del servicio.
Una vez entres, no te pierdas los techos de vigas de madera policromada, adornados con temas florales ni los suelos de mosaico romano. Los muros tienen esgrafiados de motivos vegetales, así como pinturas obra de Josep Torrescassana. Gaudí diseñó también el mobiliario de la casa.
El porche y el recibidor está recuperado como originalmente, abierto y con vistas a la calle es la forma de entrar en esta maravillosa casa donde cada habitación guarda una sorpresa.
La sala de fumar de la Casa Vicens
Una de las estancias más originales es la sala del fumador, donde destaca el techo en forma de cielo raso decorado con mucarnas árabes, que recuerdan el Generalife de la Alhambra de Granada. Con unas ventanas de cara a la calle es todo un espectáculo ver su policromía original realizada curiosamente en papel maché.
Mucarnas: Decoración original islámica compuesta por un intrincado juego de pirámides truncadas invertidas, a modo de estalactitas, dispuesto en diferentes niveles; el material más empleado era el yeso, que después se pintaba de colores. También llamadas almocárabes, mocárabes.
El comedor
Es la parte de la casa con más elementos decorativos y ornamentales. En el centro de la sala hay una preciosa chimenea y un conjunto de mobiliario original que se integra perfectamente con los ornamentos y las pinturas al óleo y sobre madera de Francesc Torrescassana.
Los dormitorios
Gaudí concibió la casa como una casa de veraneo, como prolongación del jardín, por lo que en la decoración aparecen ejemplos de flora y fauna mediterránea, por ejemplo, en la llamada “habitación azul” se encuentra representada la flor de la pasión o pasionaria.
Para aprovechar más los espacios, los distribuidores en cada planta Gaudí los proyecta de forma hexagonal, eliminando de esta forma los pasillos.
Una de las habitaciones que más me gustaron fue la habitación con cúpula. Situada sobre la sala de fumar, no te pierdas la pintura de su cúpula que reproduce una visión irreal del cupulino que remata esta zona de la casa y que puedes ver desde su cubierta. Es otro juego de Gaudí para relacionar el exterior y el interior de la casa.
Los baños en la Casa Vicens
La casa Vicens fue pionera en el uso del agua corriente, algo que no era habitual en la época. Se piensa que las minas de aguas subterráneas que discurrían por debajo de la casa permitiesen su auto abastecimiento.
La cubierta
Esta es la primera cubierta transitable que proyecta el arquitecto, la concibe como un espacio de evasión y contemplación, un auténtico mirador. En las torres y cúpulas que la conforman se muestra la influencia de arquitecturas islámicas y orientales.
Esta casa fue el embrión de un estilo, el modernismo, un estilo que se basa en la experimentación y el amor a la naturaleza y que tiene su máximo exponente en La Pedrera-Casa Milá