Venecia es una ciudad única por muchas razones, te cuento las razones que me hacen volver siempre que puedo.

Historia de la ciudad única de Venecia

El paso devastador de los Godos en su camino hacia Roma hizo que las gentes de la región del Véneto huyeran y buscaran refugio en las islas agrestes y despobladas de la costa pantanosa (421 d.C.) en el año 421 d.C.
Para superar estas condiciones adversas los primeros venecianos desarrollaron técnicas de construcción únicas utilizando piedra impermeable, balsas de alerce y pilotes de madera como cimentación. Quizás sea esta fragilidad aparente la que le da a esta ciudad su especial encanto.

Venecia sobrevive, aunque parezca imposible, sobre una serie de bancos de lodo entre las mareas del mar Adriático, y por tanto, sujeta regularmente a inundaciones. Venecia está construida sobre un mosaico de más de cien islas bajas en medio de una laguna cenagosa.

Venecia ciudad única

Si quieres conocerla yo te aconsejaría el otoño una época donde aún la temperatura es agradable y no existe la masificación insufrible del verano. O mejor aún durante su Carnaval, conocerás un carnaval único en el mundo.

 

Alojarse en Venecia puede ser realmente caro, pero existe la posibilidad de alojarse en el Lido: es la lengua de tierra que separa la laguna del mar, en esta zona existe una gran variedad de oferta hotelera y se encuentra a 15 minutos de la Isla de San Marco utilizando un “vaporetto”,unas pequeñas embarcaciones a motor que hacen el recorrido entre las distintas islas.

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Desde las nuevas tasas turísticas de entrada a la ciudad, es más cómodo alojarse en la propia ciudad. 

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Mis razones por las que Venecia es una ciudad única

Si te alojas en el Lido, tendrás una imagen única: llegar por primera vez y a primeras horas de la mañana a San Marcos desde el mar.

El vaporetto ira deslizándose lentamente sobre las tranquilas aguas y cortando la bruma que te impedirá, en un primer momento, ver la torre del “Campanile” poco a poco se irán recortando en el horizonte las siluetas de las distintas torres,iglesias y palacios,a medida que se vaya acercando al embarcadero te darás cuenta que esas imágenes de la ciudad que parecen de película son reales y existen.

La Plaza San Marcos

Plaza de San Marcos

Una vez bajes al embarcadero, no sabrás hacia donde mirar, no sabrás por donde empezar.
Yo te recomiendo olvidarte de guías, o mapas, lo ideal es perderse por ese entramado de callejuelas, canales y puentes, para descubrir porqué Venecia es una ciudad única.

Imprescindible, por supuesto, la Piazza San Marcos.

Esta plaza presenta un aspecto muy distinto dependiendo de las horas del día; durante la mañana, además de los cientos de turístas con cámara en ristre, imprescindibles en cualquier ciudad turística que se precie, ambientan la plaza algunos puestos de máscaras, y unas “habitantes” perennes en la plaza, miles de palomas que remontan el vuelo cada vez que en el reloj de la “Torre dell’Orologio” tocan la campana dos figuras de bronce ,conocidas como los “moris” o “moros.”

Este bello reloj renacentista tiene una leyenda no tan bonita: se cuenta que al terminar su trabajo, a los artífices del complicado mecanismo, se les había sacado los ojos para que no pudiesen hacer una réplica. Este reloj se encuentra en una bella torre al norte de la “piazza”  y sobre el arco que lleva a la Mercerie.

Esta plaza ha sido testigo a lo largo de su existencia de numerosos acontecimientos históricos y celebraciones de Carnaval,un carnaval único en el mundo.

En la Plaza San Marcos se alzan algunos de los monumentos más importantes de la ciudad: La Basílica, el Palacio Ducal y el Campanile.

La Torre del Campanile

Torre del campanile

Si quieres tener unas bonitas vistas de la ciudad y de este conjunto de pequeñas islas, deberías subir a la Torre del Campanile.

Esta torre, a la que hoy en día se accede a través de un ascensor, ha sobrevivido a los avatares de la historia y de la naturaleza (un terremoto estuvo a punto de derrumbarla en 1902), estas vistas eran las últimas que observaban los presos que en la edad media se recluían allí, también fue aquí donde Galileo Galilei hizo una demostración de su telescopio en 1609.

Desde aquí podrás ver los tejados de la ciudad que al estar tan cerca, unos de otros, no te permiten ver el entramado de canales tan característico y justo delante de tí las magnificas cúpulas de la Basílica de San Marcos.

La Basílica de San Marcos

Esta fantasía oriental, de estilo Bizantino, fue enriquecida a lo largo de los años por fabulosos mosaicos, mármoles, relieves, etc.

Basílica de San marcos

El Palacio Ducal

Allí se presentaba el Dux (gobernante de Venecia) ante los ciudadanos tras la elección, allí se recibían a los jefes de Estado, Papas, Príncipes, Embajadores, y allí se encomendaban los capitanes de navío antes de embarcar en viajes épicos.

 

Tanto la Basílica de San Marcos, como el Palacio Ducal, son dos lugares imprescindibles para visitar en Venecia, piezas de arte, galerías ocultas y majestuosos salones nobles, puedes comprar tus entradas sin esperar la cola desde AQUÍ

Este barrio se divide en la Merceria dell’Orlogio, Merceria di San Zulian y Merceria di San Salvatore y es y siempre ha sido, la calle principal para ir de compras. Une la Piazza San Marco con el Rialto, y la constituyen una hilera de callejones repletos de comercios y animación donde lo ideal es perderse, ¡y seguro que te perderás!, porque los comerciantes han ideado un método infalible para que conozcas su tienda: además de una mercancía muy atractiva, en cada esquina te encontrarás tres o cuatro carteles distintos que te indicarán el camino hacia Plaza San Marcos, pero con ¡tres o cuatros direcciones distintas…!

Pero no te preocupes es imposible perderse en Venecia.   

Sí te perderás entre miles de objetos elaborados en cristal de murano,máscaras del carnaval,objetos en cuero,etc.

Después de disfrutar de este espectáculo para la vista y sufrimiento para el bolsillo, seguramente volverás a la plaza y quizás con un poco de suerte conozcas otro de los fenómenos únicos de esta ciudad: la piazza está tan cerca de la laguna que es uno de los primeros puntos en sufrir el “acqua alta” (marea alta),entonces se pueden ver a venecianos y turistas recorrer las pasarelas de tablones que cruzan la plaza inundada.

Café florian

Al atardecer esta plaza cambia completamente y al espectáculo se suman los elegantes cafés y las orquestas al aire libre que interpretan melodías italianas, puede ser realmente inolvidable salir por el Arco dell’Orologio a la plaza mientras en la puesta de sol se recorta a tu derecha la Torre del Campanile ,a la izquierda el Palacio Ducal,al fondo los perfiles de las góndolas y el mar mientras escuchas “Venecia sin ti” en la orquesta del Café Florian.

El Gran Canal

Gran Canal de Venecia

El Gran canal fluye por el corazón de la ciudad siguiendo el curso de un antiguo rio.
Siempre fue la via principal de la ciudad y hoy rebosa de vaporettos, góndolas y barcazas que realizan el trayecto a lo largo de los casi cuatro kilómetros en los que se extiende.
Detenerse en los nombres de los innumerables palacios es pasar lista a la antigua aristocrácia italiana ya que llevan el nombre de cada familia.
Es cierto que ese antiguo esplendor ha tomado una cierta “pátina”, pero no por ello deja de ser en palabras del embajador de Carlos VIII “la calle más bella del mundo.”

La mejor forma de disfrutar de él es tomando un “vaporetto”, el mejor lugar en la parada de San Zaccaria,lo ideal coger un billete de ida y vuelta (aprox.40 min) para admirar las dos orillas del canal, después tendremos tiempo para pasear por sus entresijos.

Este espléndido canal lo cruzan tres bellos puentes,el de Scalzi,el de la Accademia y el puente de Rialto. Este último, el de Rialto es el más conocido y los barrios de sus alrededores son por tradición la zona comercial.
Es en este canal donde puedes descubrir que esos postes que parecen “pirulís de caramelo” que servian para “atracar” los barcos, siempre están allí, no los colocan para las películas.Los más decorados pertenecen a comercios importantes o grandes hoteles.

Hablando de hoteles, podemos decir que Venecia es la ciudad del agua,los canales,el acqua alta,la humedad, pero seguramente donde más te llamará la atención será en las llamadas “duchas venecianas.”

Seguramente cuando has entrado en el baño de la habitación te habrás dado cuenta que no existe ni bañera ni ducha, si sigues observando te darás cuenta que en el centro del techo prende algo sospechoso…parecido a una “alcachofa” de la ducha, y ¡EUREKA! he aquí la ducha veneciana, cuya particularidad es que puedes ducharte mientras te afeitas,te peinas,etc.
Puede ser un poco incómodo ducharte mientras las cataratas del Niágara descienden inevitablemente hasta la moqueta de la habitación…

El paseo en Góndola

Góndolas venecianas

Y por supuesto lo que no te puedes perder es el paseo en góndola por los canales y El Gran Canal. Estar en Venecia y no disfrutar del paseo en góndola , es un delito.

El paseo en góndola ofrece una perspectiva completamente distinta de la ciudad. Estas embarcaciones están perfectamente adaptadas a los canales estrechos y poco profundos.Los gondoleros forman parte esencial de la simbología veneciana, existe una leyenda local que cuenta que nacen con los pies palmeados para desplazarse mejor sobre el agua.El profundo conocimiento de los canales es algo que pasa de padres a hijos, y aún hoy día queda reservado a los varones.
Existen partes de la ciudad que solo podrás descubrir desde una embarcación y donde mejor, que en este medio de transporte que se remonta a mil años atrás.

Los gondoleros son inconfundibles, si visitas la ciudad en verano su atuendo es camisa a rayas, con sombrero de paja y pantalón negro. En invierno la camisa de rayas se cambia por una camisa negra.

Seguramente oirás “¿Signorina: passeggio in gondola?” y si te decides, desde ese momento conocerás la verdadera Venecia, la Venecia que se haya escondida en pequeños canales, de edificios que mueren lentamente “ahogándose” en la laguna. De viejos palacios que quizás hoy, que han perdido su galanura,son aún más bellos, con el peso del tiempo sobre ellos, del tiempo y de esa humedad que poco a poco corroe sus viejos cimientos de madera. Casonas que antaño estuvieron pintadas de alegres tonos pastel, y que hoy se encuentran deshabitadas y sólo se cuela en su interior el agua que entra sin llamar por las carcomidas puertas.
Poco a poco en este paseo que dura aproximadamente una hora, irás descubriendo rincones,pasarás bajo infinidad de puentes donde el gondolero hábilmente tiene que agacharse para no tropezar. Esa multitud de puentes que hacen que pierdas la impresión de cruzar de unas islas a otras cuando paseas por la ciudad.

Si quieres dar un paseo en Góndola es mucho más barato si lo reservas antes de tu llegada, puedes hacer tu reserva desde este enlace: Paseos en Góndola

Si vas a estar varios días lo mejor es que compres la tarjeta Venezia Unica City Pass, es ideal para organizar tu visita. Con esta tarjeta tendrás viajes ilimitados en vaporetto y el acceso a los monumentos, iglesias y museos más importantes. Ten en cuenta que un billete único de vaporetto son 7 euros por lo que te va a compensar a poco que la uses.

Puedes comprar tu tarjeta Venezia Unica City Pass desde este ENLACE.

La mayoría de estas casas se encuentran deshabitadas, notarás como en algunas de ellas sobre todo en los pisos altos asoman tímidamente algunas macetas en las ventanas. Es por esto por lo que durante la mayoría del recorrido, sólo oirás el ruido del remo cortando el agua y las voces de aviso de los gondoleros “¡Oe premi!¡stai!”, que han llenado desde siglos los canales venecianos.

Pero aún queda una experiencia por vivir, durante todo el recorrido podrás disfrutar del eco de viejas canciones italianas entre esos húmedos muros,canciones que saldrán de las gargantas y del alma de viejos tenores que acompañan a las góndolas en algunas ocasiones.

El Puente de los suspiros

Puente de los suspiros

Poco a poco esta ciudad te irá embrujando,y con este romanticismo llegaremos al “Puente de los suspiros”, este nombre tan romántico deja repentinamente de serlo cuando conocemos su historia. No se trata de un lugar donde se daban cita los enamorados,sino donde daban su “último suspiro” los condenados a muerte, ya que era el itinerario hacia su ejecución.

Irá acercándose el sol a la linea del horizonte y con ello irá acabando el día, aún podemos hacer una visita al “musicanti” un coqueto café donde mientras tomas una copa de vino puedes oír “a la carta” esas canciones napolitanas que aunque no las oigamos siempre están en nuestra cabeza cuando hablamos de Italia.

Seguramente llegado a este momento estarás completamente convencido de que debes volver.

Por mucho que cuentes al llegar, nunca podrías describir la magia de esta ciudad, su luz, sus sonidos,su música, nunca podríamos reflejarla ni en mil fotos.

Pero en tu cabeza retumbará siempre un ¡arrivederci Venecia!

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