La primera vez que oí hablar del Valle salado de Añana, no podía imaginar que me encontraría con un ingenio de más de 7000 años. Sal lejos del mar. Pero pronto descubrí que en otra época el mar no estuvo tan lejos.
Estas tierras alavesas, en un momento determinado de la historia, estuvieron cubiertas por el mar de Tetis. Gracias a un fenómeno geológico llamado diapiro surgió del interior de la tierra la sal de este antiguo mar desaparecido hace más de 200 millones de años. Esta sal “escondida” y numerosos manantiales, aunque solo cuatro de ellos tienen caudal permanente, hicieron posible este lugar.
Valle salado de Añana, dónde se encuentra
Las salinas de Añana se encuentran a unos escasos 30 kilómetros de Vitoria-Gasteiz en la provincia de Álava en el Pais Vasco. El valle salado es un importante conjunto cultural, arquitectónico, medioambiental, paisajístico y arqueológico a nivel mundial.
Desde hace miles de años las gentes de este lugar se las ingeniaron para obtener un preciado tesoro: la sal. Supieron aprovechar los manantiales de salmuera para obtener un producto esencial para la vida.
En la antigüedad la extracción de la sal era con fuego, en las excavaciones realizadas se han hallado restos de ceniza y de ollas de cerámica, la salmuera se hervía al fuego y posteriormente se rompían los recipientes de barro para obtenerla. Fue ya en el imperio romano cuando la sal se comenzó a obtener con el sistema de evaporación.
Cuando llegas a Añana, ya desde la carretera, vas a descubrir esta arquitectura tan singular.
Un paisaje único, plataformas o mejor llamadas “eras” construidas sobre troncos de madera, más de 2000 plataformas de evaporación de salmuera que se conectan con más de cuatro kilómetros de canales de distribución del agua gracias a la gravedad, casi 900 pozos de aguas salinas y almacenes de sal.
Toda esta construcción, que a primera vista parece frágil, es un ejemplo de construcción sostenible y ecológica. Son los propios salineros los que siempre usaron los materiales que la naturaleza del entorno proveía, las piedras, la madera de pino y la arcilla. Requieren de mantenimiento, pero existen troncos de ¡casi 2000 años! de hecho la sal es un increíble conservante para la madera.
El valle salado de Añana, es un recurso económico muy potente, sus eras surten de 210 gramos de sal por litro. Este nivel es muy alto, comparado con los 35 de media que tienen los mares, exceptuando el Mar Muerto, que tiene 350.
La sal es un producto de gran consumo a lo largo de la historia, incluso tan importante que dio nombre al pecunio que cobramos por un trabajo: “salario”.
La sal no solo se consume en la mesa, tiene una multitud de utilidades importantes, para conservación de alimentos, en la industria química de cosméticos, jabones, farmacéutica, etc.
Qué hacer en el Valle salado de Añana
Pero en el Valle salado de Añana además de admirar las estructuras de las salinas hay mucho por hacer para conocer realmente que significaron y significan estas salinas para el entorno y las personas que trabajaron y trabajan en ellas.
Experiencia de Baño de bosque en el Valle Salado
Una de las experiencias que puedes realizar es un baño de bosque ¿Un baño de bosque en las salinas? ¿Dónde están los árboles?
Realmente un baño de bosque es un paseo inmersivo por un espacio natural no transitado que se recorre de forma pausada con los cinco sentidos. Surgieron en Japón precisamente para revalorizar los bosques y sobre todo para reducir el estrés, pero en la actualidad es una excelente herramienta para desconectar de la rutina y los hábitos poco saludables asociados al sedentarismo.
Su práctica fortalece el sistema inmunológico y reduce las emociones negativas, los niveles de ansiedad y estrés, la tensión arterial y la incidencia de infartos. Hacer un baño de bosque en el entorno blanco y con elementos naturales como la madera, el rumor del agua y el olor a salitre es una experiencia realmente relajante.
Visitas guiadas por el Valle salado de Añana
Otra de las actividades que puedes hacer en el valle salado de Añana es realizar la visita guiada, una visita en la que podrás hacer distintos recorridos y donde aprenderás mucho sobre el proceso de “cultivo de la sal”
Spa salino
Entre los meses de abril y octubre la visita guiada incluye la posibilidad de disfrutar del Spa salino al aire libre. En sus instalaciones podrás introducir los pies y las manos en las aguas hipersalinas procedentes de los manantiales. Sentirás así los efectos beneficiosos del agua salada. Es una sensación muy reconfortante introducir los pies y las manos en esta agua salada a una temperatura muy agradable.
Cata de Sal
¿Sabrías diferenciar la sal de manantial? ¿Has oído hablar de la flor de sal? ¿Sabes que hay distintas formas de cristalización de la sal?
La sal de Añana es una de las mejores sales del mundo, es fruto de la evaporación natural de la salmuera procedente de los manantiales. Su forma de cristalizar depende de tres factores: el sol, el viento y las técnicas tradicionales de los salineros.
La sal de Añana está catalogada como Baluarte Slow Food, este es el reconocimiento máximo que concede este movimiento internacional que promueve los productos naturales, ecológicos y de calidad.
En la cata de sal aprenderás estas cosas y mucho más, como por ejemplo sus distintos usos en la cocina.
El Taller salinero
Esta es una de las actividades, desde mi punto de vista, más divertidas que puedes hacer si visitas el Valle salado de Añana, sobre todo si viajas con niños.
Durante una hora y media, un guía te acompaña en una ruta por las salinas explicándote cómo es el trabajo en este lugar. Tendrás que descalzarte, y ponerte protección, los días de sol, la sal reflecta la luz del sol y te aseguro que puede hacer bastante calor.
Así, con los pies en las eras de sal, sentirás verdaderamente como es este trabajo, usar el trabuquete, las palas, hacer tu montón de sal…cómo una imagen vale más que mil palabras…
Hay otras actividades específicas para familias, personas con discapacidad, un tour virtual, etc. que puedes consultar y reservar desde su web.
El Valle salado de Añana dónde alojarte
Cuando lleves un rato en el valle de la sal de Añana, se te habrán olvidado muchas de las preocupaciones diarias, la tranquilidad del entorno invita a pasar unos días. En la zona tienes distintas opciones de alojamiento.
En mi caso me alojé en la Casa rural Madera y Sal en el mismo pueblo de Salinas de Añana, una preciosa casa que ofrece habitaciones y apartamentos. Con una agradable zona común con barbacoa y una decoración muy cuidada y alegre.
Puedes ver sus ofertas y hacer tu reserva desde este ENLACE.
Otra casa rural preciosa pero en el cercano pueblo de Astúlez es el Caserío de Montehermoso. Puedes ver sus oferta y hacer tu reserva desde este ENLACE
Si ya te has decidido pasar unos días en la zona puedes ver la oferta de alojamientos desde este ENLACE
Gastronomía en el Valle salado de Añana
El mejor reconocimiento de la calidad de la sal de Añana es el apoyo de los consumidores y de un gran número de cocineros de renombre que la emplean en sus cocinas. Me pareció muy interesante su programa de embajadores de sal de Añana, con cocineros tan reconocidos como Martín Berasategui, Dani García o Pedro Subijana entre muchos otros.
En Salinas de Añana hay varios restaurantes, en mi caso me encantó la experiencia gastronómica, porque fue toda una experiencia, en el restaurante el ALMAZEN.
El Almazen es la apuesta de Beatriz Pascual, una cocinera de oficio y vocación que entre fogones desgrana toda una serie de platos ante tus ojos muy sabrosos y muy bonitos a la vista. Su propuesta es un show cooking de ocho platos elaborados con productos de cercanía. Si visitas el valle salado, es una de las visitas gastronómicas imprescindibles.
Otros lugares para disfrutar de la gastronomía de la zona, en el mismo Salinas de Añana, el Restaurante Palacio de los Ozpinas y muy cerca se encuentran los restaurantes Taberna la Era, en el pequeño pueblo de Escota, el restaurante Los canónigos en Valpuesta.
Cápsula Responsable
Proyecto Valsipam
El Valle Salado de Añana es uno de los sistemas agrícolas vivos del suroeste de Europa avalados por la FAO que poseen un valioso y diverso patrimonio. El objetivo del proyecto Valsipam es la protección de dicho patrimonio y promover su desarrollo socioeconómico basado en una explotación sostenible de sus recursos turísticos.
Es precisamente lo que más me gustó de visitar el valle salado de Añana, la idea tan clara de que el desarrollo económico de la zona no debe ser gracias al turismo de masa, si no que se cuida un turismo interesado en el cuidado de este patrimonio. El objetivo del proyecto Valsipam es que el desarrollo económico de la zona venga asociado a la explotación de las salinas, que fueron las que mantuvieron el valle económicamente desde hace siglos.
*Muchas gracias al proyecto y Susana Conde por esta invitación a conocerlo, todas mis opiniones están basadas en mi experiencia.