La Costa Azul es la esencia misma de Francia. Todo tiene un color y un olor especial, desde sus preciosos campos de lavanda hasta sus playas visitadas por una multitud de turistas, pasando por sus mercados armados de verdaderas exquisiteces o sus paisajes bucólicos en carretera.
¿Cómo moverse por la Costa Azul?
Para moverse cómodamente por la Costa Azul lo mejor es utilizar el coche. Con este medio podrás recorrer libremente todos los rincones de la Riviera Francesa, los pueblos y las ciudades que cuentan con parkings económicos para recibir a sus visitantes.
Pero también cabe la posibilidad de desplazarse en tren o autobús. TER SNCF es una red regional que se desplaza por las diferentes áreas de población ubicadas en el litoral. Una vez en el lugar es posible recorrerlo a pie, gracias a las indicaciones existentes que facilitan al máximo la visita.
De todas formas, algunas zonas son de difícil acceso y existen ciertas limitaciones en el transporte público, así que es conveniente alquilar un coche para evitar quebraderos de cabeza.
¿Cuál es la época mejor para visitarla?
La temporada alta suele ser en julio y agosto, y de diciembre a marzo con sus estaciones alpinas. En estos meses, los hoteles están llenos y suelen ser más caros. La mejor época para viajar es entre abril y junio, o septiembre y octubre. Hace buen tiempo, las temperaturas son agradables, no hay demasiados turistas y los precios son más bajos.
Si hablamos de la temporada baja que va de noviembre a marzo, los precios también son más bajos y el momento es más tranquilo, principalmente en las zonas costeras. Sin embargo, hay hoteles que cierran y ciertos lugares de interés reducen sus horarios de visita.
¿Cómo superar la barrera lingüística?
En todas estas situaciones, aprender algunas frases en francés no te vendrá nada mal. Tienes a tu disposición muchas plataformas en internet, como por ejemplo Babbel, para que puedas empezar a aprender las bases de esta lengua y desenvolverte en las situaciones cotidianas a la hora de reservar hoteles y excursiones, pedir en restaurantes, comprar en las tiendas e incluso intercambiar algunas palabras con el vecino de sombrilla mientras estás disfrutando del sol y la playa.
¿Qué ver en la Costa Azul?
La Costa Azul francesa es muy conocida al ser una de las regiones más glamurosas de toda Europa. Niza, Montecarlo o Saint-Tropez son algunos de los destinos más demandados por los turistas por su lujo y disfrute.
Niza es la capital turística por excelencia de la Costa Azul. Es la ciudad más grande y destaca por sus edificios y sus vistas espectaculares. Se encuentra entre Cannes y Montecarlo, así que podrás aprovechar la visita para recorrer la zona. Incluso a su alrededor existen pequeños pueblos pintorescos como Villefranche-sur-mer, Eze, La Turbie o Colliure que merece la pena visitar por sus paisajes de ensueño y su ambiente medieval.
Montecarlo es riqueza y poder: vehículos de alta gama paseando por sus calles, hoteles de un lujo extremo, joyerías con precios desorbitados y casinos ostentosos. Más allá de toda su riqueza, las visitas que se han convertido en imprescindibles son: el Palacio de los Príncipes de Mónaco, el puerto de Mónaco, la Plaza del Casino de Montecarlo y la Catedral neorománica de San Nicolás.
Cannes es internacional y, además de disfrutar de sus playas, podrás recorrer su hermoso casco antiguo y sentirte una estrella en el Palacio de Congresos donde tiene cabida el festival de cine.
Otros lugares como Saint Tropez donde el lujo y el glamour se combina con un bonito pueblo de pescadores o Grasse la ciudad del perfume merecen una visita. Nîmes y Arlés son ciudades romanas y Aix en Provence es un lugar agradable donde poder disfrutar del buen tiempo en sus terrazas. ¿Merece o no la pena su visita?
Curiosidades sobre la cocina típica de la Costa Azul
El sur de Francia cuenta con paisajes espectaculares, aunque no es todo cuanto tiene que ofrecer.
Esta región es muy conocida por su espectacular tradición culinaria con algunos platos típicos muy curiosos con los que se te hará la boca agua.
El guiso de toro o Gardianne de taureau es uno de ellos. Un guiso lleno de carácter hecho con mucho mimo, tal y como sucede con el Cassoulet elaborado con verduras y carne como en España. La Zarzuela es un plato español adaptado a la cocina francesa, donde se mezclan pescados y mariscos.
¿Has oído hablar de la bullabesa? Es su plato más emblemático, una sopa de pescado, patatas y especias, con un añadido muy especial, mayonesa provenzal.
Dentro de sus postres más típicos nos encontramos con un postre que viene directamente de Saint-Tropez, la tarta tropézienne (brioche y crema pastelera). Otra de sus delicatessen dulces son las Orejas o Les oreilletes, un postre simple de sabor similar a las rosquillas.
La Costa Azul es mágica y su variedad de posibilidades la convierten en un lugar atractivo y maravilloso: inolvidables puestas de sol con las montañas de fondo, visitas a sus viñedos y paseos por la playa, almuerzos rurales llenos de sabor y recorridos por los cascos antiguos de sus pueblos y ciudades más destacados. ¡No esperes, planea ya tu viaje!
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