Idanha a Velha está situada en un meandro del río Ponsul, este entorno la hace perfecta para dar un agradable paseo por sus alrededores y como no, conocer la villa.
En Idanha a Velha se aprecia perfectamente la evolución de su historia a través de sus retos arqueológicos, ya que Idanha Velha fue fundada por los romanos a finales del siglo I a. C. aún se conservan numerosos restos romanos entre sus casas.
Donde esto es más evidente es cerca del castillo donde se aprecian los restos de un templo que corona el foro, algunas casas con patio e incluso un gran edificio termal público.
En esta zona puedes visitar el Archivo Epigráfico, una curiosa “colección” de más de cien epígrafes y frisos de la ciudad imperial romana muy interesantes. Idanha Velha era una ciudad amurallada que tenía torres circulares y al menos dos puertas, la Norte y la Sur, esta última recientemente redescubierta. La ciudad tenía una gran importancia en la época romana porque se situaba en la calzada que unía Mérida con Braga.
Posteriormente vivieron visigodos y musulmanes hasta que fue tomada definitivamente por Sancho II. Como en otros casos también fue donada a la orden de los templarios que la mantuvieron por su importancia estratégica. De la época medieval se conservan las iglesias, capillas y un interesante baptisterio, donde la ceremonia del bautismo se hacía por inmersión.
En esta época la consolidación de la frontera con Castilla la aisló, posteriormente en distintos momentos de la historia sufrió casi el abandono, pero en el siglo XIX se produce la apropiación individual de tierras de la Encomienda y la formación de algunos latifundios; entre ellos, el de mayores dimensiones el de la familia Marrocos, que incluía, en su totalidad, a las personas y casas de la pequeña aldea.
Qué ver en Idanha Velha
La casa palacio de los Marrocos aún se conserva pero en ruinas, pero es evidente la importancia de esta familia, su casa ocupa practicamente la cuarta parte de Idanha a Velha. Me encantaría que esta casa se restaurara por su importancia histórica y porque es realmente muy bonita.
Otra de las cosas interesantes que conocer en Idanha a Velha es el horno comunitario. Aunque actualmente es un horno de pan comunitario, realmente perteneció a la familia Marrocos. Es una amplia sala rodeada de bancos con el horno y con un patio cubierto para la leña. Tradicionalmente se cocía el pan de cada familia a cambio de una o dos piezas de pan.
En la oficina de turismo también puedes visitar un antiguo lagar, con sala de los trojes, pila, sala de prensado y sala del orujo. Según algunos indicios podría ser de finales del siglo XIX, como parece indicar la fecha de 1895 grabada en un candil aquí utilizado, aunque en uno de los bloques de las paredes de los trojes está grabada la fecha de 1755, lo que, junto con otros elementos del lagar reutilizados en la mampostería, podrían indicar la existencia de un lagar anterior.
Como símbolo de la autonomía de los pueblos se construía en el siglo XVI la picota, con distintos símbolos como la esfera armilar, las armas reales, la cruz de Cristo y un motivo heráldico. En la picota también era donde se ejercía la justicia.
Y por supuesto otro de los lugares que no te debes perder en Idanha Velha es la Iglesia de Santa María, la catedral de Idanha-a-Velha.
Este templo es un verdadero jerogrífico para los estudiosos, aún se tienen dudas sobre su principal función si fue siempre edificio religioso o en ocasiones un edificio con una función civil. Se piensa que fue construido por los cristianos visigodos, posteriormente fue la comunidad mozárabe quién se encargó del templo, más tarde se convirtió en mezquita y tras la reconquista se recuperó ya en ruinas siendo donada a los templarios que habitaron en la zona tras la reconquista, en el siglo XIII levantaron la base de la iglesia que hoy vemos, sumándoles los añadidos y reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos sobre todo en la Edad Media. Aunque es un templo de cosntrucción sencilla en su exterior, cuando atraviesas sus puertas te sorprenden la robustez de las columnas que decoran el interior del templo.
Junto a la Iglesia de Santa María hay una pequeña necrópolis y sillares con inscripciones romanas, musulmanas y cristinas.
En Idanha Velha hay dos lugares donde cruzar el río Ponsul, el puente romano o el paso de piedras. El paso de piedras son unos bloques de piedra colocados verticalmente en el lecho del río, que permiten cruzarlo y superar la corriente, pasando de bloque en bloque hasta la orilla opuesta.
Las aldeas históricas de Portugal son pueblos pequeños, tranquilos, donde cada detalle te hace viajar en el tiempo, pasear por Idanha Velha o su entorno, la rivera del río, los restos arqueológicos, es una cura para el espíritu.
Este viaje es un proyecto realizado junto a la Agencia Regional de Promoción Turística Centro de Portugal
Durante el viaje, utilicé dos coches eléctricos: Un coche híbrido y un coche eléctrico 100 % durante la ruta por la aldeas históricas de Portugal gracias a su proyecto de moviliad urbana sostenible. Todas mis opiniones son independientes y basadas en mi experiencia.