En el marco del V concurso de Pintura Rápida “Villa de Lora del Río” 2015, en Sevilla, aprovecho para dar un paseo por esta localidad de la campiña sevillana, incluida en la Ruta Turistica de los Caballeros de la Orden de Malta.

“La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta fue fundada hacia 1048, cuando se construye un hospital en Jerusalén dedicado a los peregrinos a Tierra Santa.

En la Península Ibérica, la Orden participó en la conquista del territorio andalusí desde el s. XII, alcanzando el valle del Guadalquivir a mediados del s. XIII.”

 “Tras la toma de Sevilla (1248), Fernando III y Alfonso X les concedieron diversas posesiones, organizadas en torno a la bailía de Setefilla y Lora del Río, que la propia Orden había conquistado en 1247. Estos territorios se repartieron por la Vega de Sevilla (Setefilla, Lora del Río, Alcolea del Río, Tocina, Peñaflor), pero también incluyeron donaciones en el Aljarafe, Carmona, Alcalá de Guadaíra y la propia Sevilla, donde la Orden dispuso de un barrio completo segregado del resto de la ciudad.”

Fuente: Ruta Turistica de los Caballeros de la Orden de Malta

Ruta Turistica de los Caballeros de la Orden de Malta.

Lora del Río es un municipio de la provincia de Sevilla, Andalucía,que como su nombre indica,se sitúa en la confluencia del Guadalquivir con su afluente el arroyo Churre y es aqui donde encontramos uno de los primeros vestigios de esta Orden “El puente viejo sobre el Churre”

En la Edad Media, la abundancia de puentes en el entorno de Lora (Puente Viejo, Puente de la Ramona, Puente sobre el Algarín…) nos habla de la riqueza del señorío sanjuanista y de la importancia de la red de caminos. En el caso del Puente Viejo, se documenta su reconstrucción casi completa en el s. XVIII, como consecuencia de las riadas del Churre.

Otro de los vestigios de esta época en Lora del Rio es El castillo de Setefilla, cuyos restos señalan una construcción almohade (s. XII), que sería reutilizada por la Orden tras la conquista del s. XIII.

El Puente sobre el Arroyo Algarín  el Molino de la Orden,y el Puente de la Ramona dan fé de que el señorío sanjuanista estaba surcado por una amplia red de vías pecuarias usadas para las comunicaciones y el desplazamiento del ganado trashumante. La Cañada Real de Córdoba a Sevilla era uno de los principales caminos de trashumancia, que cruzaban los cursos de agua por vados o puentes.

( Una pena su estado de abandono)

Un paseo por las calles de Lora se convierte en un retroceso a un pasado lleno de explendor, con magnificos ejemplos de arquitectura popular, civil y religiosa del siglo XVIII.

Plaza de Andalucia.Junto a ella la plaza de Abasto construida por Anibal Gonzalez en 1910

La abundancia de restos arqueológicos en la Mesa de Setefilla, atestiguan el poblamiento tartésico a partir de los inicios de la Edad del Bronce, hacia el 1700 a.c., continuado por otros asentamientos ibéricos en el núcleo urbano loreño y en las vecinas Mesas del Almendro y de Lora (Lora la vieja), marcando el comienzo de la historia local. A fines del siglo III a.C. los romanos se establecen en la comarca y con el nombre de Axati y convierten a Lora en un gran centro productor-exportador de aceite de oliva.

“A lo largo del siglo XIX se van a producir importantes cambios en la villa de donde surgirá la Lora moderna que hoy se conoce, aunque será ya en el siglo XX cuando, gracias a la implantación de nuevos regadíos y a la llegada de inmigrantes de otras regiones, Lora se recupere e inicie un proceso de crecimiento. En Lora, con la colonización agraria de los años 60, se crearon dos nuevos poblados: Setefilla y El Priorato. Este crecimiento le ha llevado a estabilizar una población en torno a los 20.000 habitantes.”

Fuente: Ruta Turistica de los Caballeros de la Orden de Malta

Casa de las columnas,Casa museo de la Virgen

Aunque Lora es un próspero enclave de la Gran vega sevillana,sigue siendo  una villa de casas encaladas deslumbrantes al sol, de recoletas plazas a la sombra de los naranjos,donde coquetas fuentes de azulejos  juegan con los pájaros que a ellas se acercan.

Es un pueblo de mujeres adencentando sus puertas y de patios escondidos a la “fresca” de las parras. De cigueñas en las guadañas de sus torres, y noches en las tertulias de sillas de eneas.

Plaza Ntra. Sra. de Setefilla y Parroquia de Nuestra Sra. de la Asunción.

A esta herencia patrimonial  habria que sumarle, el entorno paisajistico de dehesas y campiñas tan importantes como La Dehesa de Matallana donada en 1477 al concejo de Lora del Río por el prior de la Orden Álvaro de Zúñiga. Como espacio dedicado al pastoreo y forraje del ganado probablemente era usada desde la creación del señorío a mediados del s. XIII. Actualmente se conforma como un espacio natural de gran extensión en el que encontramos gran diversidad paisajística. La dehesa arbolada que le da nombre se localiza sobre todo al suroeste, en las inmediaciones del arroyo Algarín.

Tanto paseo cultural y el esfuerzo artistico nos van abriendo el apetito, no nos va a quedar otra que disfrutar de la oferta gastronómica que Lora nos ofrece,desde esparragos trigueros con recetas especiales,a las migas del Pastor, que se pueden degustar en una gran fiesta hacia el mes de Enero, hasta los exquisitos caracoles,con este calor, vamos a ellos con una cerveza fresquita¡¡¡¡

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