Si hay algo que disfruto cuando viajo es perderme por las calles de los cascos históricos y descubrir aquellos locales y comercios que forman parte de la historia viva de la ciudad. Tiendas, cafés o restaurantes centenarios, que en este caso en Barcelona, aún conservan la decoración modernista que han sido capaces de preservar a lo largo de décadas. El carácter y sabor original de esta ruta por las tiendas, cafés y restaurantes modernistas de Barcelona se ha mantenido sin abandonar o cambiar su actividad comercial.
La Barcelona de finales del siglo XIX, la de la Exposición Universal de 1888, era una ciudad en la que la arquitectura vivía un momento muy interesante. La burguesía de la época, enriquecida por la revolución industrial, convirtió a la arquitectura en aquellos años en un signo de estatus social , eso incluyó no solo las casas de los burgueses si no que se trasladó a multitud de locales comerciales, incluso al mobiliario urbano.
Los arquitectos utilizaron en su obra todo su repertorio de recursos: ornamentos florales, riqueza escultórica y trabajo del hierro forjado, formas onduladas, vidrieras policromas, esgrafiados, detalles cerámicos… que aún hoy en día puedes disfrutar en estos comercios centenarios.
Y no dejes de entrar en algunos de los bares y restaurantes que llevan la firma de los mejores arquitectos catalanes del siglo XIX, como Gaudí y Domènech.
Para realizar esta ruta por los cafés y restaurantes modernistas de Barcelona puedes hacer una visita guiada con la oficina de turismo disfrutar del Modernismo y el resto de atracciones de esta interesante ciudad.
Comenzamos la tarde tomando un café con unas pastas…
Antigua Casa Figueras-pastelería Escribá
En 1902 Jaume Figueras encargó la decoración de su tienda, de fabricación y venta de pastas alimenticias, a Antoni Ros, junto a él trabajó todo un equipo de artistas; escultores, vidrieros y artistas del mosaico.
La principal característica en la decoración de la fachada son los múltiples mosaicos policromados realizados con la técnica del trencadís. La fachada es un precioso ejemplo de la integración de las diferentes artes decorativas: piedra, relieves escultóricos simbolistas, mosaicos, vidrieras emplomadas y hierro forjado. En el año 1986 la tienda fue rehabilitada por la familia Escribà. Hoy en día es una coqueta pasteleria donde tomar un café en Las Ramblas.
El Café de la ópera
Muy cerquita también en las ramblas se encuentra este café de 1929, fundado como Chocolatería La Mallorquina en 1890. Siempre fue uno de locales más elegantes de la ciudad y punto de encuentro de la aristocracia y la burguesía barcelonesa.
En la puerta principal destaca el marco de madera, con motivos naturalistas tallados, combinado con dos jambas de mármol. El interior preciosas columnas de fundición, paneles pintados sobre tela y espejos con dibujos grabados al ácido que representan figuras femeninas que hacen referencia a personajes femeninos de varias óperas. Un animado ambiente que nos hace volver a otros tiempos.
Confitería J .Reñé
Establecimiento abierto desde 1910 como pastelería, aunque ya desde 1892, la familia Reñé había instalado en él su fábrica, La Suiza-Reñé. La tienda volvió a ser decorada por Enric Llardent, que utilizó básicamente dos materiales: mármol para los zócalos de los escaparates, y caoba de Cuba para todos los marcos.
En el interior se conservan las grandes vitrinas, también con marco de madera, y la ornamentación de yeso del techo. Desde el 2003 el establecimiento se dedica a la restauración.
Pastelería Mauri
Otro de los comercios modernistas y emblemáticos de Barcelona es la Pastelería Mauri, fundada en 1929 por Francés Mauri.
Es la cuarta generación de los Mauri las que elaboran, diariamente con mucha dedicación, los productos dulces y salados que sus clientes pueden degustar en el corazón de Barcelona, en la emblemática Rambla Cataluña.
Francesc Mauri, que comenzó el oficio de pastelero en Manresa, cuando llegó a Barcelona abrió un pequeño local en Hostafrancs donde tenía hechizados a todos los clientes con su selecta pastelería, su espíritu emprendedor le llevó a evolucionar su negocio hasta convertir junto con la ayuda de su mujer, Ramona Cañellas la pastelería en el lugar de moda donde hacían dulces, pan, croissants y hasta la más fina pastelería para la burguesía catalana de principios del siglo XX.
Pero no todo fueron luces: la Guerra Civil, la muerte de los fundadores y el incendio del 13 de diciembre de 1955 fueron unos golpes duros, pero la familia cerró filas y con la ayuda del personal y la colaboración desinteresada de la comunidad pastelera de Barcelona, consiguieron tener el negocio como era antes, con los muebles y detalles dorados , las luces de anticuario y las pinturas modernistas restauradas.
Hoy en día es un espacio precioso que nos lleva a otros tiempos donde conviven lo dulce y lo salado, con salón de té, bombonería y charcutería. Un imprescindible probar sus pasteles de alta confitería en Barcelona.
Nos vamos de tiendas…
La Cereria Subirà
Es la cerería más antigua que se conserva en Barcelona fue fundada el 1761 y posteriormente se trasladó a un edificio construido y decorado con lujo el 1847 para albergar una tienda de tejidos, conocida como La Argentina. La cerería se instaló en el local sin modificar la decoración original, que con su escalera de adarve doble, flanqueada por dos estatuas femeninas de fundición que originalmente soportes de dos luces de gas, se ha mantenido hasta nuestros días.
Si estás pensando en viajar a Barcelona, puedes encontrar más información sobre visitas y rutas, así como comprar tus entradas y tarjetas descuentos desde la página de VisitBarcelona en este ENLACE
Camisería Bonet
Justo enfrente del Café de la ópera se encuentra una tienda que original mente fue la Camisería Bonet fundada en 1890. En la fachada se conserva todo el revestimiento de madera que llega hasta el entresuelo, espacio originalmente ocupado por el taller, con una vitrina enmarcada por dos rótulos dibujados sobre una lámina metálica martilleada. La madera utilizada en toda la tienda es de caoba con pequeñas muestras de decoración floral en los ángulos.
Antigua casa Cotchet J Xancó
Inagurada en 1820 por Antoni Cotchet la decoración interior data aproximadamente de 1912. Aún perduran los antiguos rótulos en el escaparate de madera y vidrio: camisería, ropa interior, géneros de punto…
En su interior aún se conservan el mobiliario modernista original como la preciosa caja registradora, los mostradores, alguna sillas y los coquetos puntos de luz de latón.
Nos vamos de cena…
El Paraigua
El bar El Paraigua se inaguró aprovechando toda la decoración de una tienda modernista fundada a principios del s.XX, dedicada a la venta de paraguas y abanicos. Toda la ornamentación es de origen modernista, desde la barra hasta el techo, pasando por las lámparas y los apliques y la famosa caja registradora de 1898.
Muchos más locales conservan ese valor conservado del modernismo catalán, lugares como el Hotel España o el Hotel Regina, locales de restauración como Els Quatre Gats, London Bar ,Casa Fuster o Casa Calvet…
Estos locales se sitúan en magníficos edificios ideados por los mejores arquitectos catalanes, empezando por Gaudí y pasando por Domènech i Montaner o Puig i Cadafalch y son locales que aún guardan la elegancia que reflejaba el amor por la naturaleza y las artes gráficas del modernismo catalán.
Lugares con esencia que no te debes perder si quieres conocer el modernismo en Barcelona.
ORGANIZA TU VIAJE
Booking
Una plataforma fácil y cómoda para reservar tu hotel o apartamento
Civitatis
Reserva todas las actividades que puedas imaginar vayas donde vayas
GoEuro
Reserva el medio de transporte que necesites: vuelos, trenes, autobuses…
Intermundial
Contrata tu seguro de viajes con un 10% de descuento por ser lector de Mi ruta.