No puedo ocultar que uno de los lugares que tenía más ganas de conocer en nuestra reciente ruta en coche por Cantabria era la localidad de Liérganes.
Sabía que Liérganes me iba a gustar, tiene fama de ser uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, pero lo que más me llamaba la atención era conocer el lugar de origen de esta curiosa historia.
Ya hacía mucho tiempo que había odio hablar de la historia del hombre pez o ¿quizás leyenda?, no lo sé, pero como reza en una placa en el pueblo, si esta historia no existió realmente, debería haber sucedido.
Qué ver en Liérganes
Liérganes es un bonito pueblo cántabro situado en la comarca de Trasmiera a una escasa media hora de Santander.
Pasear por las calles empedradas de Liérganes es descubrir un conjunto histórico con más de veinte edificios barrocos y neoclásicos; casonas montañesas y palacios indianos; iglesias, capillas, ermitas, puentes y molinos que se alternan; integrando con naturalidad estilos y épocas.
Cuando llegues a Liérganes te aconsejo que dejes tu coche a la entrada del pueblo y disfrutes de un paseo, sin prisas vas a llegar a distintas plazas y calles muy bonitas con balcones de madera repletos de flores y algunas terrazas donde tomar un café.
Una de las cosas que ver en Liérganes, es uno de los restaurantes más conocidos el Restaurante La Giraldilla, como sevillana, su torre no te voy a mentir, no me recuerda en nada a la Giralda, pero… te dejo la foto para que tengas tu opinión. (me gustará leerla en los comentarios 😊)
Pero lo cierto es que es un buen lugar para disfrutar de la gastronomía.
La posada la Giraldilla
La posada la Giraldilla es un alojamiento con habitaciones muy bonitas y un agradable jardín donde desayunar.
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Si continuas tu camino dirección al rio Miera, vas a llegar a un puente de piedra precioso y justo debajo del puente una escultura de este curioso personaje: el hombre pez
La leyenda del hombre pez de Liérganes
Esta leyenda (o historia) se remonta al siglo XVII, en esta preciosa localidad vivía un matrimonio formado por Francisco de la Vega y María de Casar con sus cuatro hijos, el segundo de ellos se llamaba Francisco. «Era bastante listo, pero abandonaba todas sus ocupaciones para zambullirse en el río, en el cual pasaba horas y horas”, esto es lo que decían de él las crónicas.
Un día Francisco se fue a bañar al río como de costumbre, pero nunca más volvió. Los habitantes de Liérganes pensaron lógicamente que se había ahogado en el río, hasta que…cinco años más tarde, en 1679, mientras unos pescadores faenaban en la bahía de Cádiz, se les apareció un ser acuático extraño, con apariencia humana. Cuando se fijaron mejor vieron a un hombre desnudo, joven, corpulento, de tez pálida y cabello rojizo…”con una cinta de escamas que le descendía de la garganta hasta el estómago, otra que le cubría todo el espinazo, y unas uñas gastadas, como corroídas por el salitre”
Me imagino la sorpresa que se llevarían , le interrogaron en varios idiomas y no consiguieron sacarle palabra hasta que gritó: “Liérganes”
Hasta allí se le llevó donde su familia lo reconoció y vivió de una manera extraña el resto de su vida.
¿Crees que es posible que nadara desde costa cántabra por el Atlántico hasta Cádiz?
A lo largo de la historia hubo varias versiones de la historia, incluso el famoso doctor Gregorio Marañón estudió estos relatos y estimó que Francisco de la Vega no desapareció nadando, sino que probablemente se embarcara en Vizcaya rumbo a Cádiz y que cuando lo encontraron estaría bañándose tal como acostumbraba. Para el doctor Marañón, sería un probable caso de cretinismo. Los cretinos resisten mejor debajo del agua y su piel escamada indicaría una ictiosis, como ya indicó José María Herrán Valdivieso en «El hombre-pez de Liérganes» (Santander, 1877).
Bueno esta es la historia o leyenda, te recomiendo que visites este lugar porque hay mucho que ver en Liérganes, pero sobretodo que visites el centro de interpretación sobre su historia que existe junto al río y saques tus propias conclusiones.