Cuando una persona te habla de su trabajo, después de más de cincuenta años, con lágrimas en los ojos por la emoción, es evidente que sus productos están “paridos” con amor.

Eso fue lo primero que nos impresionó en nuestra visita a las Bodegas el Gato, en Rota.

Bodegas el Gato: Un poquito de historia

Las Bodegas el Gato en Rota son una empresa familiar que comenzó su andadura en 1957, cuando la adquisición de unos terrenos llevó a un humilde mayeto a fabricar su propio vino.

Aquel vino tenía una peculiaridad, y no era otra que el ser extraído de la uva tintilla de Rota, una variedad de uva tinta muy delicada y de baya pequeña que por las características del clima y de la tierra solo se cultiva aquí, en este precioso pueblo del sur de Cádiz, en Andalucía.

Mayeto, es la palabra con la que se conoce al agricultor roteño, ya que comenzaba su recolecta en el mes de Mayo, y estos mayetos son los que con esfuerzo, astucia y dedicación cultivaban la uva Tintilla de Rota.

Muchas eran las bodegas que en Rota dedicaban su fabricación a este vino “rico” y dulzón que a lo largo de la historia llegó a ser muy reconocido en Europa, exportándose a Reino Unido, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Marruecos, e incluso a EE.UU.

Como curiosidad en los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX se utilizó como vino de consagración en Reino Unido.

Con el tiempo este vino dejó de usarse para los postres y bajó importantemente su producción, no fueron pocas las bodegas de Rota que desaparecieron. Pero gracias al tesón y al amor por su trabajo de Juan Martínez Martín, Bodegas el Gato sigue produciendo Tintilla de Rota.

¿ Cual es el secreto del Tintilla de Rota?

Para producir Tintilla de Rota se utilizan uva tintilla de Rota, aguardiente y arope.

El arope o mostillo es el producto obtenido mediante deshidratación parcial del mosto a fuego directo hasta llegar a la caramelización de sus azúcares, para obtener una consistencia de jarabe.

Pero sobre todo, sobre todo, lo más importante para la elaboración de este vino son unas manos expertas y la entrega que se hace en Bodegas el Gato.

Visitar las Bodegas el Gato

Puedes hacer una visita muy interesante a estas bodegas, donde te explicarán un poquito de su historia, podrás ver las instalaciones y descubrir que se sigue un proceso 100% artesanal, desde el viñedo al embotellado.

La visita es un poco viajar al pasado, no obstante es la única bodega que se conserva en el casco histórico de la villa de Rota.

Durante la visita puedes ver una antigua embotelladora que aún funciona, un pequeño laboratorio, las botas que conservan buena parte del vino y el lugar más especial y destacado de la bodega, “La Sacristía”, lugar donde se guardan los vinos más antiguos y los más preciados por la familia.

Juan Martínez Martín único productor de esta uva con viñedos propios en Rota y uno de los grandes culpables de la recuperación de esta variedad como vino dulce, hace unos años sacó una producción de sus vinos más preciados, una producción que podríamos llamar de “coleccionista” y que regaló a sus mejores amigos o vendió a buen precio a pesar de ser una edición limitada, dándonos el reflejo de lo orgulloso que se siente de sus vinos.

Juan Martínez Martín nos muestra con orgullo las fotos de sus recuerdos

En estas bodegas, no solo se produce Tintillo de Rota, también se producen y embotellan vinos Finos, Moscatel, Cream, Pedro Ximenez, Oloroso.

En definitiva una visita muy interesante a unas bodegas que no solo han sabido conservar las formas de producción tradicional sino adaptarse a los nuevos tiempos con las nuevas generaciones de la familia.

Bodegas El Gato:

Sello “Mi ruta” al comercio tradicional por:

  • Trayectoria
  • Mantener la esencia
  • Adaptación a los tiempos

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