Seguramente alguna vez hemos oído la noticia: “Un bombero bajó a un gato de un árbol.”
De manual de periodista es que: “ La noticia no es que un perro muerda a un niño sino que un niño muerda a un perro.”, pues este es el caso.
El bombero no bajó al gato sino que lo subió.
Esto es lo que pasó hace un tiempo en un bonito árbol, que se encuentra en la puerta del Parque de Bomberos del barrio de Pino Montano.
A un bombero de este parque se le ocurrió la idea de subir un peluche al árbol y desde entonces varias decenas de animales de peluche disfrutan de esta ecológica arca de Noé.
Los niños del barrio se desprenden, no sin antes despedirse con un beso, de sus animales de peluche, con la única intención de que su amigo el bombero los suba decorando el árbol.
Un lugar que se ha convertido en visita obligada de niños, padres y abuelos en sus paseos por el barrio, esperando descubrir cada tarde algún “animalito” nuevo encaramado entre sus ramas.
Da gusto ver la carita de los niños cuando se acercan a visitar al peluche que días antes dejó en el árbol, seguro que los peluche también están contentos aquí y el árbol sonríe acompañado.